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¿Qué causó la varazón de miles de ejemplares de sardina, pejerrey y anchoveta en la playa de Coliumo en el Biobío?

Lo observado en los últimos días, según lo explicado por la Dra. Camila Fernández, directora del Centro COPAS Coastal, es consecuencia de la dominancia de aguas hipóxicas cerca de la costa. Si bien estos eventos son frecuentes en nuestra región, aún no hemos evaluado sus consecuencias biogeoquimicas, sociales y climáticas. El mensaje a la comunidad es a no temer a estos eventos, sino contribuir a prevenir su intensificación a través de un trabajo multisectorial.

Durante los últimos días se pudieron observar varazones de peces en la Bahía de Coliumo, en la Región del Biobío, fenómeno que ha causado preocupación en el ámbito turístico y de la pesca artesanal. 

Al respecto, la directora del Centro COPAS Coastal, Dra. Camila Fernández, aseguró que tal como ha indicado el Sernapesca, lo observado en Coliumo es causado por un evento de surgencia costera. 

“La surgencia costera es un proceso oceanográfico que consiste en el ascenso de aguas profundas, más frías que el promedio superficial, ricas en nutrientes y CO2 y con bajos niveles de oxígeno, debido al esfuerzo que ejerce el viento costero sobre las capas más superficiales del océano”. 

Agregó que este fenómeno es responsable de la riqueza y productividad de los ecosistemas marinos y las pesquerías, particularmente en los principales sistemas de borde oriental, como las costas de Chile central y norte. 

“No solamente estos sistemas albergan riqueza en biodiversidad, sino que intercambian activamente gases de efecto invernadero con la atmosfera, juegan un rol en el clima y proveen de seguridad alimentaria a gran parte de la población de nuestro país”.   

¿Como adaptarnos?

La respuesta es compleja, explicó la Dra. Fernández. “En un par de días se retiraron 125 toneladas de peces de las playas de la Bahia de Coliumo. Por supuesto eso es la consecuencia inmediata de la entrada de aguas pobres en oxígeno. Sin embargo, los alcances en el funcionamiento del océano costero aún no estaban claros”.

El avance de la ciencia, argumentó, nos evidencia la importancia del microbioma y de su rol en los servicios ecosistémicos del océano. La eficiencia con la que el océano costero observa CO2 está cambiando y debemos saber cuál es el balance neto de las principales áreas biológicamente productivas del país.

Por lo tanto, el funcionamiento del microbioma costero, responsable del secuestro de carbono, tiene importancia social y es necesario estar atentos, explicó Camila Fernández.

Además, indicó que la necesidad de observar el océano costero durante el ciclo anual es una realidad “que nos pesa al momento de poder predecir eventos como los vividos en Dichato y Coliumo estos días”. 

Explicó que datos físico – químicos y biológicos y a nivel del mar, nos permitirían anticiparnos (aunque no revertir) para poder generar políticas eficaces de manejo y uso de borde costero y zona económica exclusiva. 

“Esfuerzos conjuntos entre municipios, entidades académicas y centros de investigación son necesarias para integrar datos y recolectar información acorde con protocolos internacionales que aseguren su calidad”.

Trabajo 

Algunas de las medidas propuestas para Chile en el marco del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático incluyen la implementación de un sistema integrado de observación del océano y la evaluación periódica de las condiciones que determinan la viabilidad de cultivos en zonas costeras. 

“Es necesario concretar estas medidas e innovar en los esfuerzos por comprender el funcionamiento de los sistemas de surgencia en el océano futuro”, analizó Fernández.

Por otro lado, especificó la directora de COPAS Coastal, es clave sopesar la idoneidad de áreas de alta productividad como zonas de refugio climático y de diversidad, tanto macro como microscópica, desde los cetáceos, hasta las microalgas, que garantizan la producción, almacenamiento y mantención del carbono azul.

“Ciertamente esta nueva normalidad requiere estudiar a fondo los ecosistemas nuevos o emergentes que dejan los eventos de surgencia y que suelen acompañarse de hipoxia”, detalló Camila Fernández.

Uno de los desafíos más ambiciosos y urgentes es sin duda definir formas de diagnóstico para el océano. Al contrario de lo que ocurre con nuestra salud, diagnosticar el estado del océano es complicado pero no imposible, complementó la investigadora.

“Podemos y debemos definir indicadores físicos y biológicos como genes y vías metabólicas, métodos estadísticos para manejar grandes bases de datos y monitoreos ambientales son sólo algunos de las piezas necesarias para armar este puzzle. Sin embargo, es posible con metas científicas claras y el compromiso de autoridades y de la sociedad en general”.

Datos

La directora del Centro COPAS Coastal, explicó que los datos recabados en las últimas décadas indican que el océano costero, en promedio, se ha enfriado a tasas que varían entre 0.4º y -0.2º a -1.0 °C por décadas durante la primavera y verano. 

Este enfriamiento, aseguró Fernández, coincide con el incremento de los vientos favorables a surgencia costera en los meses de primavera y verano a lo largo de la corriente de Humboldt y que están cambiando además su periodicidad temporal. 

“Sabemos que los eventos de surgencia que propician casos de hipoxia costera están haciéndose más frecuentes y probablemente no se restrinjan a los meses estivales. Este año hemos estado en la fase la Niña de ENSO (El Niño Oscilacion del Sur), lo que hace más intenso el patrón de vientos en esta zona”, aseveró.

Además, a nivel global los Modelos de Circulación General, evaluados bajo distintos escenarios de calentamiento hablan de un movimiento hacia el Polo del Anticiclón del Pacífico Suroriental y similares patrones de presión atmosférica proyectada y precipitaciones. 

“Esto podría favorecer las condiciones tendientes a surgencia costera en el Biobío y sin duda podrian resultar en un incremento de estos eventos en el futuro. Lo ocurrido en la Bahia de Coliumo se ha visto en Llico, en el Golfo de Arauco, Laraquete y otras playas de Chile central en los ultimos meses y años. Debemos entonces prepararnos, estudiarlos y delimitar zonas vulnerables”, alertó la investigadora. 

Investigadores del Centro Copas Coastal expusieron en panel de Impactos Climáticos y Estrategias de Adaptación del Congreso Futuro Biobío 2022

Directora de Copas Coastal, Dra. Camila Fernández, expresó que este año Congreso Futuro en regiones, estará enfocado en la urgencia climática y en poder transmitir a la población que debemos pasar a la acción para preservar nuestros ecosistemas.

Este miércoles 19 de enero, en Congreso Futuro #Biobío, y con la presencia de autoridades regionales, académicas, investigadoras e investigadores y público general, la directora de #CopasCoastal, Camila Fernández y el investigador, Iván Hinojosa, expusieron en el Primer Panel: Impactos Climáticos y Estrategias de Adaptación.

Al respecto, la directora de #CopasCoastal, Camila Fernández, manifestó que la exposición de la panelista principal, Ko Barret, subadministradora Auxiliar de Investigación de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), se centró en mostrar de forma global los principales problemas que estamos enfrentando como planeta. 

Mientras que la contribución de Fernández fue llevar el debate a una escala regional, “ya que es urgente centrarnos en nuestros problemas de contaminación, de vulnerabilidad climática y de escasez hídrica, que son temas con que convivimos día a día en nuestra zona”.

Agregó que este año Congreso Futuro en regiones, estará enfocado en la urgencia y en poder transmitir a la población que debemos pasar a la acción, “ya que la huella ambiental que ha traído el Covid-19 ha sido muy alta, por lo tanto hay que tomar cartas en el asunto y trabajar a diversas escalas en materias medioambientales y de conservación”.

En la misma línea, Iván Hinojosa, precisó que su ponencia tuvo como eje el cambio climático en el ambiente marino, “enfocándome en el cambio de la distribución de las especies y cómo nosotros, los humanos, podríamos generar acciones para adaptarnos y aprovechar estos nuevos escenarios”. 

Añadió que el desafío “es justamente ver y evaluar cómo nos vamos adaptando al cambio climático y cómo ayudamos a reducir sus efectos, desde nuestra vereda de ciudadanos comunes y corrientes”.

Asimismo, estuvo presente el Dr. Iván Cartes, arquitecto, PhD y doctorado en Gestión de Riesgos en la Universidad de Nottingham, Reino Unido. 

Investigadores #CopasCoastal

La Dra. Camila Fernández Ibáñez, es bióloga Marina de la Universidad de Concepción, doctora y magister en Ciencias del Mar de la Universidad del Mediterráneo en Francia, habilitada para dirigir investigaciones por la Universidad de la Sorbonne en Francia, con especialidad Biogeoquímica Marina. Es Investigadora del CNRS desde 2008 y profesora visitante de la UdeC desde 2012. 

Es actualmente directora del Centro Basal Copas Coastal de la Universidad de Concepción. Coordina además el programa CEODOS Chile, que busca monitorear el océano costero de Chile cada 5 años, para ayudar a predecir los cambios que se vienen en nuestra seguridad alimentaria y capacidad del océano para absorber CO2. 

Lidera además el laboratorio franco-chileno LIA MAST, basado en UdeC y dedicado a la adaptacion a multiescala en ecosistemas acuáticos. Ha trabajado en temáticas como el impacto de la radiacion UV sobre los microorganismos marinos y la contaminación acuícola.

En tanto, el Dr. Iván Hinojosa, es profesor de la Facultad de Ciencias del Departamento de Ecología de la Universidad Católica de la Santísima Concepción y es doctor en Ciencias Biológicas de la Universidad de Tasmania, Australia.

Actualmente desarrolla investigación sobre la contaminación acústica subacuática y la contaminación por plásticos en diversos lugares del país, incluyendo las islas oceánicas del Archipiélago de Juan Fernández y de Rapa Nui. 

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