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“Moco de roca”, la microalga invasora que amenaza los ecosistemas de la Patagonia

Un equipo de investigadores realizó diversos muestreos de ‘didymo’ en ríos de Torres del Paine y Tierra del Fuego. Pese a que aún no se sabe cómo esta especie llegó al extremo sur del continente americano, el fenómeno trae consigo una serie de consecuencias negativas para los ecosistemas.

El “didymo” o “moco de roca” es una microalga invasora de agua dulce. En Chile, se encontró por primera vez el 2010 en el río Espolón, ubicado en la Región de Los Lagos. Desde aquella época hasta la actualidad, esta diatomea bentónica ha ampliado su área de distribución hasta 3.000 kilómetros.

Su nombre científico es Didymosphenia geminata, posee un aspecto viscoso, es de color café y aunque no se sabe con certeza cómo llegó a la Patagonia, sí está claro que es capaz de producir grandes floraciones en ríos y arroyos de agua dulce. El principal problema de este fenómeno, además de afectar la belleza escénica de los sitios a los que llega, es el desplazamiento de la flora nativa y que dificulta el desove de los peces que habitan en los sectores afectados.

A raíz de lo anterior, científicos del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh) y de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) llevan a cabo una colaboración para entender el proceso de invasión de esta especie y buscar alternativas tecnológicas como oportunidad. En ese marco, los estudiantes de doctorado y magíster, Romina Fuentes y Elías Reinoso respectivamente, viajaron hasta la Región de Magallanes y Antártica Chilena para realizar diversos muestreos en los ríos Serrano (Torres del Paine) y Grande (Tierra del Fuego).

“Estamos interesados en entender los factores ecológicos y genéticos que favorecen la proliferación de ‘didymo’ en Chile. Con este objetivo hemos estudiado la relación de esta microalga con las comunidades de microorganismos de los ríos de la Patagonia, la diferenciación genética con otras poblaciones de la especie en el mundo, y ahora queremos avanzar en entender la metatranscriptómica y su efecto en la proliferación de lo que conocemos como mata”, explica la Dra. Leyla Cárdenas, decana de la Facultad de Ciencias de la UACh e investigadora del Centro IDEAL.

Por su parte, el equipo de la USM está trabajando en buscar alternativas tecnológicas en las que se pueda usar el ‘didymo’. “En el marco de mi tesis, he desarrollado una membrana nanoestructurada que contiene una sustancia del ‘didymo’ como material activo para la adsorción de metales en solución como el plomo y con capacidad potencial de absorber otros metales como cadmio, níquel y cobre, entre otros y ahora con el proyecto VIU que nos adjudicamos queremos probar la captura de impurezas en la salmuera de litio como son el calcio y magnesio”, explica Reinoso. 

Con las muestras obtenidas en Torres del Paine y Tierra del Fuego, los investigadores  replicarán experimentos para evaluar el efecto de diferentes condiciones fisicoquímicas en la forma de la mata. Además, llevarán a cabo análisis con el fin de obtener el perfil completo de la expresión génica de la comunidad de microorganismos asociados a la mata de ‘didymo’. Paralelamente, desarrollarán membranas nanoestructuradas y realizarán experimentos de adsorción, que les permitirán seguir validando la tecnología.

Ríos de la Patagonia

Entre los años 2015 y 2016, el equipo de investigadores realizó las primeras visitas a diferentes ríos de Chile. Sin embargo, hubo un área en particular que les llamó la atención: la Región de Magallanes, dado que es una zona extrema y con características donde se pensaba que era difícil que el ‘didymo’ creciera.  

Asimismo, los ríos de esta parte de la Patagonia son importantes cuerpos de agua que albergan una diversidad biológica única y donde es relevante conocer como un proceso de invasión afecta a sus comunidades. 

A través de estos estudios, los investigadores buscan entender el ciclo de vida y los factores que favorecen el ‘didymo’, con el objetivo de contribuir con la generación de conocimiento para crear estrategias de control y remediación en los ecosistemas acuático afectados y políticas públicas de prevención de la contaminación de cuerpos de agua libres de invasión.

Realizarán inédito estudio de “marea roja” en la Patagonia

Un equipo multidisciplinario de expertos chilenos y extranjeros liderará una expedición oceanográfica para investigar el fenómeno que, desde su primer registro en Chile, ha causado la muerte de 23 personas, solo en la Región de Magallanes.

La comúnmente llamada “marea roja”, denominada en términos científicos como Floraciones Algales Nocivas (FAN), es un fenómeno natural que ocurre por el incremento exponencial de microalgas en los océanos, consideradas la base de la cadena alimentaria de los ecosistemas marinos. Estos microscópicos organismos envenenan los mariscos, los que a su vez, debido a la alta toxicidad, pueden llegar a causar la muerte de los seres humanos que los consumen.

El primer episodio de “marea roja” en Chile se registró en 1972 en la Región de Magallanes y Antártica Chilena. Desde entonces y hasta la fecha, solo en dicho territorio, 23 personas han fallecido producto de este veneno paralizante.

Los fiordos y canales de la Patagonia chilena son considerados sitios altamente vulnerables a los eventos de FAN. A raíz de ello, y gracias a la adjudicación del proyecto “Cabo de Hornos: plataforma para la prospección glaciar-oceánica de Floraciones Algales Nocivas en la Región de Magallanes y Antártica Chilena”, un equipo multidisciplinario de científicos realizará un inédito estudio en el extremo sur del país. 

Se trata de investigadores del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh), la Universidad de Magallanes (UMAG) y el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), quienes realizarán una expedición a bordo del buque oceanográfico Cabo de Hornos. El grupo de 20 científicos chilenos y extranjeros zarpará desde Puerto Montt rumbo a la región norte de Magallanes, en noviembre próximo. Oceanógrafos biológicos, químicos y físicos, biólogos moleculares y especialistas en bio-óptica marina, entre otros, participarán en la campaña, que tendrá como objetivo realizar la investigación más completa sobre FAN que se haya hecho hasta la fecha en la zona de fiordos y canales.

“Históricamente, hemos desarrollado monitoreos en la Región de Magallanes. Sin embargo, esta es la primera vez que en Chile, la problemática de la ‘marea roja’ se abordará desde diversas disciplinas científicas de manera complementaria y sinóptica, en un trabajo colaborativo científico interinstitucional”, aseguró la Dra. Gemita Pizarro, investigadora de IFOP.

“La mayoría de los estudios realizados en torno a la ´marea roja` en Chile se ha hecho solo en los canales y fiordos. Tras la adjudicación de este proyecto, podremos explorar los ecosistemas marinos de zonas oceánicas, y entender de mejor manera las condiciones de este fenómeno”, afirmó el Dr. Máximo Frangópulos, investigador de la UMAG y el Centro IDEAL.

En la expedición participarán, además, investigadores del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), la Pontificia Universidad Católica (PUC), el Instituto Antártico Chileno (INACh), la Universidad del Bío-Bío (UBB), el Alfred Wagener Institute (AWI, Alemania) y la University of Stirling (Escocia).

Cambio climático

Los científicos irán en la búsqueda de posibles nuevas especies que sean tóxicas y potenciales de producir eventos de FAN en la Región de Magallanes. El levantamiento de información ayudará a conocer cómo se están comportando actualmente las microalgas respecto de la producción de distintos venenos, así como su distribución desde los glaciares hasta la zona oceánica.

“¿Qué ocurrirá ante escenarios futuros de cambio climático y otras actividades antropogénicas? Si en 20 o 30 años continúa el derretimiento de glaciares, ¿cuál será el efecto y con cuánta frecuencia se darán estos eventos? Esas son algunas de las interrogantes que buscamos resolver en esta área altamente vulnerable”, concluyó el Dr. José Luis Iriarte, investigador del Centro IDEAL, del Instituto de Acuicultura UACh y líder de la expedición.